EN MEMORIA DE CRISTINA

El pasado 25 de noviembre Cristina Gallardo murió en acto de servicio, trabajando por la conservación de la especie más emblemática y una de las más amenazadas de la flora valenciana: La Silene de Ifac.

Durante décadas el Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000 de la Generalitat Valenciana se ha empeñado en alejar la Silene de Ifac del peligro de extinción, pero su hábitat rupícola, a menudo recluida en acantilados, impedía poder trabajar directamente con ella. Sólo a partir de la creación del Grupo de Intervención en Altura (GIA) de los agentes medioambientales de la Generalitat en 2015, se abrió una ventana de esperanza para la planta.

Desde entonces agentes como Cristina han participado en las tareas de censo y repoblación de la Silene en los más difíciles enclaves donde se localizaba, y gracias a ellos la especie se aleja ya de la anunciada extinción.


Pero Cristina no sólo nos ayudó a salvar esta planta. En la provincia de Valencia, donde estaba destinada, bajaba a simas profundas para contar y plantar los rarísimos helechos de las cuevas. Se introducía en las cuevas para realizar los censos de murciélagos durante su reposo invernal. Colaboró intensamente en la recuperación del cernícalo primilla en el Valle de Ayora, instalando nidales en los tejados de las casas de labor para conseguir aumentar sus colonias. Descendía a los nidos de águila perdicera, ubicados en grades cortados rocosos, para marcar los pollos para estudiar sus desplazamientos y comprobar su estado sanitario. Desinstaló vías de escalada no autorizadas para impedir molestias a las rapaces rupícolas.

Cristina se apuntaba de inmediato a todas las acciones arriesgadas que le pedíamos al GIA.


Desde Vida Silvestre vamos a echar mucho de menos a Cristina, y no sólo por lo que hacía sino por cómo lo hacía. Voluntariosa, siempre dispuesta, alegre y profesional, trabajar con ella era una garantía de éxito. Los animales y las plantas que ayudó a darles una segunda oportunidad quedarán ahora en las manos de sus compañeros del GIA, excelentes profesionales cuya callada tarea en la conservación de la Naturaleza valenciana no siempre es suficientemente reconocida.

Desde algunos grupos del Servicio se trabaja codo con codo con los GIA en el mismo campo, generándose un vínculo especial. Por ello sentimos profundamente su pérdida y valoramos enormemente a estas personas tan profesionales.

Un abrazo a todos ellos y un emocionado recuerdo para Cristina. Gracias por ayudar a salvar el patrimonio natural de esta tierra.

Valencia, diciembre de 2025

Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000